jueves, 13 de noviembre de 2014

RESTAURANTE PALERMO

El sábado estuvimos por el occidente asturiano y casi por casualidad y en el último momento decidimos ir a cenar al restaurante Palermo en Tapia de Casariego. Un restaurante con solera de la costa occidental en el que nunca había estado. Fue una grata sorpresa, la verdad, porque los platos que probamos además de tener buena materia prima y estar buenísimos, eran muy originales.

Por la noche, tienen una carta de tapas muy bien elaboradas, con unos precios excelentes, que van desde los 8 hasta los 18 euros. Echamos un ojo y no nos pudimos resistir al ragout de bogavante, y para empezar elegimos unos chipirones frescos encebollados y una barca de fritos.  ¡Toma ya! ¡Que si quedamos con fame nos ponemos de mala hostia! 

La bodega, aunque no muy extensa, más que suficiente, con buenas referencias y precios muy contenidos. Nos decantamos por un albariño (no recuerdo el nombre de la bodega)  muy suave y muy rico por sólo 12 euros la botella. Cuesta ver estos precios en las cartas, nunca pude entender cómo se pueden cobrar precios tan altos por botellas de vino en restaurantes cuando el único trabajo que llevan es descorcharlas. Hasta aquí todo aparentemente normal. Un servicio muy profesional.

Alfonso, el chef, de sorpresa, quiso hacernos una degustación de las tapas que tiene en carta. Así fue que el camarero, comenzó a traernos una retahíla de aperitivos de la casa. El primero de ellos: tosta de setas con jugo de tuétano. 











Dos trozos de hueso servían para sujetar un par de tostas con setas. Muy saboras las setas y muy crujiente el pan. Una tapa original y muy muy rica.

Después llegó la cucharilla de ensaladilla de ventresca . ¡Superior! Además de ventresca, llevaba algo de fruta, por lo menos pude saborear manzana y decorando había unos granos de granada. Muy fresca y deliciosa.











Pensábamos que nos traerían ya los platos que habíamos pedido, pero no... Después de las tostas y las cucharillas, llegó la empanada de bonito con guacamole y aceitunas. Buah!! Un hojaldre de espatarrar, que se deshacía en mil láminas, y un relleno de contrastes que me sorprendió: bonito con una salsa tipo pisto muy buena, que encajaba perfectamente con el guacamole.
Sin duda para repetir.










Y para seguir  los aperitivos, nos trajeron un par de croquetas, de un tamaño considerable. Croquetas de jamón con leche de búfala. Un rebozado muy crujiente y el interior contundente. Por poner algún "pero" diría que al relleno le faltaba un pelín más de cremosidad, pero esto ya va en los gustos de cada uno.
Si sois fans de las croquetas, éstas las tenéis que probar sí o sí.

 

Para finalizar los aperitivos de degustación,  probamos los cucuruchos de centollo. Venían emplatados de una forma distinta, en una peana metálica. Exterior de hojaldre e interior de carne de centollo... en fin...qué os vamos a contar si os gusta el marisco....



Después de todo esto, decidimos pasar de los chipirones encebollados porque el chef nos advirtió que iba a ser demasiada comida. Nada más lejos de la realidad. 

Llegó la barca de fritos y alucinamos. Una barca literal, llena de pescadín fresco: fritos de bacalao en el punto justo de sal que se deshacían en la boca, bocartes, chipirones y calamares frescos, tortillines de camarón y gambinas rebozadas. ¡Qué rico estaba! Si vais no podéis dejar de pedir esta barca porque merece la pena. Es 100% recomendable.






Y por último, el ragout de bogavante....Un guiso a fuego lento de bogavante con patatines para chuparse los dedos.












Ya no podíamos más, pero cuando vi en la carta que había muss de chocolate, no me pude resistir, y menos mal que no lo hice, porque probablemente sea el mejor muss que probé nunca, y no lo digo sólo por el sabor, lo digo por la textura...pufff, sólo de pensarlo se me cae la baba. ¿Por qué engordarán tanto estes coses...? Sniff, sniff....

Pues así fue nuestra experiencia gastronómica en el restaurante Palermo en Tapia de Casariego.

Como os decimos, altamente recomendable. Muy buena calidad, muy original, muy profesionales y muy buenos precios. Los postres 4,50, la barca de fritos 12 euros y el ragout de bogavante 18. La relación calidad precio sencillamente inmejorable.

Si queréis sorprender a alguien y de paso dar una vuelta por Tapia, no lo dudéis, Palermo no falla. 

Aquí tenéis la página web, pero no tengáis en cuenta la carta porque no está actualizada.














1 comentario:

  1. Muchas gracias por la recomendación, no lo conocia y viendo las maravillas que os han puesto, apetece conocerlo.
    Besos guapetona

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